La inflación subyacente es un indicador importante en la economía mexicana. Esta se mide como el aumento del costo de los bienes y servicios, excluyendo los productos básicos como alimentos y energía. Tiene un efecto significativo en el nivel de precios, el poder adquisitivo del consumidor y la tasa de desempleo. Si bien es cierto que la inflación subyacente puede indicar una economía saludable, el nivel de inflación debe ser razonablemente bajo para que los mercados financieros funcionen adecuadamente y los precios se mantengan estables.
En México, el Banco de México mide la inflación subyacente. Según los últimos datos publicados, la inflación subyacente promedio en el país se mantuvo en un 4,1% entre enero y agosto de 2020. Esto representa una disminución del 0,5% con respecto al mismo periodo del año anterior. Esto se debe a las medidas implementadas por el gobierno para controlar los precios de los bienes y servicios, tales como la reducción de los impuestos y la estabilización del tipo de cambio.
La inflación subyacente también está influenciada por otros factores como la tasa de interés, la oferta monetaria y la producción industrial. Estos factores tienen un efecto directo en la economía mexicana y juegan un papel importante en el nivel de inflación subyacente. Los bancos centrales a menudo recurren a los controles de precios para prevenir una inflación excesiva. Esto significa que los precios aumentan gradualmente en lugar de aumentar a un ritmo acelerado.
La inflación subyacente es un indicador importante de la economía mexicana porque tiene un efecto directo en el poder adquisitivo de los consumidores y el nivel de precios. Si el nivel de inflación subyacente es excesivamente alto, puede afectar el bienestar económico de los mexicanos. Por lo tanto, es importante que el gobierno siga los datos de inflación subyacente y tome medidas para mantener un nivel de inflación saludable.
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¿Cuál es el impacto de la inflación subyacente en México?
La inflación subyacente es un indicador clave para la economía mexicana. Esto se debe a que mide el nivel general de precios en el país y los cambios en los precios de los bienes y servicios. Esto ayuda a los economistas a tener una mejor comprensión de la economía a largo plazo y los efectos de los cambios en el nivel de precios.
El Banco de México (BANXICO) publica informes trimestrales sobre la inflación subyacente en el país. Estos informes se usan para determinar el nivel de precios en el país. El índice de precios al consumidor (IPC) es uno de los principales indicadores de la inflación subyacente en México.
Los efectos de la inflación subyacente en México son variados. Los siguientes son algunos de los principales:
- Los precios de los bienes y servicios aumentan, lo que aumenta el costo de vida para los mexicanos.
- Las tasas de interés se ven afectadas por la inflación subyacente. Esto puede afectar el costo de préstamos para empresas y particulares.
- Los salarios reales se ven afectados por la inflación subyacente. Esto puede afectar el nivel de vida de las personas.
- La inflación subyacente también afecta el valor de la moneda mexicana frente a otras monedas.
Es importante tener en cuenta que los efectos de la inflación subyacente en México pueden ser significativos. Los efectos a largo plazo pueden crear desequilibrios en la economía, como una mayor desigualdad de ingresos y una menor inversión extranjera. Por lo tanto, es importante que el gobierno y la banca central de México tomen medidas para controlar la inflación subyacente y mantener la estabilidad macroeconómica.
¿Qué significan la inflación subyacente y no subyacente para México?
La inflación subyacente, también conocida como inflación excluyendo alimentos y energía, mide los precios de bienes y servicios sin los precios de los alimentos y la energía, lo que significa que los precios de los alimentos y la energía no se consideran para medir la inflación. Por otro lado, la inflación no subyacente incluye los precios de los alimentos y la energía. Por lo tanto, es una medida más amplia del aumento de precios.
En México, el Banco de México mide la inflación subyacente y no subyacente para proporcionar una imagen más precisa de los precios de los bienes y servicios en el país. El índice de precios al consumidor (IPC) es el índice de inflación oficialmente reportado por el Banco de México, que mide la inflación no subyacente. El índice de precios al consumidor excluyendo alimentos y energía (IPCX) es el índice de inflación subyacente reportado por el Banco de México.
La inflación subyacente y no subyacente es importante para el Banco de México porque le permite evaluar la salud de la economía mexicana. Si el IPCX muestra que la inflación subyacente está aumentando, el Banco de México puede adoptar medidas para controlar la inflación. Por otro lado, si el IPC muestra un aumento en la inflación no subyacente, el Banco de México puede tomar medidas para reducir los precios de los alimentos y la energía.
¿Cuál es la diferencia entre la inflación subyacente y la general en México?
La inflación subyacente, también conocida como inflación excluyente, es una medida de la inflación utilizada por el Banco de México para excluir los precios de los bienes y servicios más volátiles, como alimentos, energía y algunos productos energéticos. Esto permite a los analistas obtener una medición más clara del nivel de inflación en el país, excluyendo los precios más volátiles. Esta medición es más estable y también se conoce como inflación de los precios de bienes y servicios de base.
La inflación general, por otro lado, es la medida de inflación más comúnmente utilizada. Esto incluye todos los precios de bienes y servicios, ya sean volátiles o no. Esta medición es más sujeta a las fluctuaciones en los precios provocadas por los precios volátiles, lo que la hace menos estable que la inflación subyacente.
Para concluir, aunque la inflación subyacente y la general son dos mediciones de inflación diferentes, ambas se utilizan para ayudar a los analistas a entender el nivel de inflación en México. La inflación subyacente se utiliza para excluir los precios más volátiles y proporcionar una medición más estable, mientras que la inflación general se usa para proporcionar una medida general de los precios de bienes y servicios en el país.
¿Cuál es la inflación subyacente en México?
La inflación subyacente en México se calcula como el índice de precios al consumidor (IPC) excluyendo los productos básicos más volátiles como alimentos y energía. Esta medición se usa para evaluar la inflación subyacente a largo plazo, independientemente de los movimientos esporádicos en los precios de los productos básicos. El Banco de México (Banxico) publica el índice de precios al consumidor excluyendo los productos básicos más volátiles para medir la inflación subyacente.
El Banxico informa que la inflación subyacente de México se ubicó en 3.4% en junio de 2020. Esto se mantiene dentro del objetivo de inflación del Banco Central de México, el cual está establecido en un rango de 3% a 4%. El índice de precios al consumidor excluyendo los productos básicos volátiles se ha mantenido relativamente estable desde 2015.
Sin embargo, la inflación subyacente ha aumentado en los últimos meses debido a la desaceleración de la economía mexicana. Esto se debe principalmente a la reducción de la demanda en el mercado interno y a los efectos del coronavirus. El Banxico estima que la inflación subyacente podría alcanzar un pico de 4% a finales de 2020.
A pesar de los desafíos a los que se enfrenta la economía mexicana, el Banxico ha mantenido su objetivo de inflación en el rango de 3% a 4%, lo que sugiere que la inflación subyacente se estabilizará en el futuro cercano.
La inflación subyacente es un indicador económico clave que se usa para medir los cambios en los precios a largo plazo y para determinar la salud económica de un país. Aunque los cambios en la inflación subyacente son difíciles de prever, es una herramienta útil para observar los cambios en los precios en el mercado. Los datos de inflación subyacente se utilizan para calcular los índices de precios al consumidor, así como para ayudar a los gobiernos y los bancos centrales a tomar decisiones económicas.